Juan Kalvellido

JUAN KALVELLIDO - Dibujo - Cómic

E-mail:  jkalvellido@wanadoo.es
 
Web: www.kalvellido.net

 

 

Kon K de Kalvellido

(Diario de un kurrante)

RIDIKULUM VITAE

     Juan Kalvellido, un dibujante salido de la klase obreara (él especifika que hundido en la klase obrera) ke no ha dejado nunka de kreer en la revolución. Este andaluz nacido en Kádiz en 1968, kuando el mayo francés de los adokines, vive en Málaga, donde se gana la vida kurrando en el ramo de la hostelería, lo kual no es más ke un eufemismo para decir ke durante ocho horas (¡o más!) de kada día, de kada mes, de kada año... sirve hamburguesas gigantes (whoppers, él las llama güopers, más kastizo) mientras imagina mil y un dibujos, para después... kuando vuelve a su kasa, dedikar el resto de la jornada a hacernos felices a nosotros y a los suyos.

     Ha kreado fanzines a tutiplén: Por amor al arte (7 números durante 5 años, hasta 1998), Kabezarapada (1995), Especial gr-aznar (1995), Vamos a reír (1996), Vamos a reír 2 (1997), Los zulos del estado (1997), Las kosas ke nunka mueren (1998), Kolabora kon la policía... ¡golpéate a ti mismo! (1999), Entre la España y la pared (2002), A chankete le olía el aliento (2003). Ha dibujado portadas para CD de grupos komo 3 de Bastos (4 CD) y A Palo Seko (Pp Pinotxo). Ilustra libros de poesía: Orion de Pilar Quirosa (1989), Islas provisionales de PIlar Quirosa (1995), Desertor de tu voz, de Alberto Aguirre (1999), A pesar de todo la cerveza no enmudece, de Julián Sánchez (2003), FIgurando el paisaje, de Julián Sánchez (2005); cuentos komo El Kangrejito Valiente, de Patxi Irurzun (2004); novelas como Atrapados en el tiempo, de Patxi Irurzun (Premio a la kreación literaria 2004). Publika a diario en www.insurgente.org y www.rebelion.org. Kolabora mensualmente en el periódiko Diagonal, en la revista El viejo topo y en la de humor Karmadice.

     Kalvellido no tiene ni un pelo de tonto (ni de listo, está kedándose kalvo, aunke, komo él dice, la diferencia entre un kalvo y un gilipollas es ke al gilipollas se le nota); es un padrazo y, por supuesto, repetimos, lo más increíble es ke aún kree en la revolución.

Manuel Talens

 

 

La mirada de Kalvellido, arte, comunicación y rabia, no se rinde. Reconoce la derrota y el asco, la identifica y la dibuja. Sabe que somos publicidad, escarnio y que estamos ciegos sin que nos saquen los ojos, aunque se los coman. No te consolará, pero desanestesia en un mundo en el que nos matan y lo pagamos con gusto. Gracias por todo amigo.

Julián Sánchez, periodista y escritor

 

 

Artista de la ironía, humorista malhumorado, comprometido constante, prolífico y tenaz, dibujante sin pelos en la pluma. Si me faltaran los dibujos que todos los días envía, habría perdido la esperanza que me queda de que este mundo cambie alguna vez.

Pepe - Sin Dios

 

 

Podría contar muchas cosas por las que me considero amigo de Juanito Kalvellido, algunas obvias (los dos somos unos inadaptados) y otras no tan evidentes. En la obra de J. Kalvellido hay varios elementos comunes, y uno de ellos es la preocupación por la pérdida de nuestra memoria, tanto la personal como la colectiva. Nuestra identidad no depende de la continuidad de las células que forman nuestro cuerpo, que se renuevan en su totalidad cada 15 años sino que es en nuestra memoria donde buscamos, y a veces encontramos la identidad propia.
A J. Kalvellido y a un servidor nos gustaría creer que las sociedades tienen memoria ,pero estando rodeados de humanos desmemoriados donde los antiguos emigrantes ahora son explotadores de inmigrantes, nos conformamos con no perder la nuestra.

Carlos Martínez (rebelion.org)

 

 

CON K DE KALVELLIDO

Desde hace años esta revista (El Viejo Topo) viene publicando dibujos de Kalvellido. Gaditano y filósofo, artista y activista, rey del fanzine, jamás ha cobrado un duro por lo que hace, ni en el Topo ni en el resto de medios donde colabora. Curra en un Burger King de Fuengirola para poder comer y dibujar, y dibujar para contar, a su modo, la verdad. Dice que no es nadie y sí lo es. Se declara pesimista cuando debería llamarse lúcido. Demasiado radical para los medios "formales", su trabajo se ha reconocido ampliamente en el mundo alternativo. Lo que aquí se presenta es una mínima muestra de su talento.

Miguel Riera. El Viejo Topo