Antimimetismos

                         1997

 

“Ser, por y con placer, solidario,

comprensivo con el engreído,

nunca transigir ante la injusticia,

siempre se repite la canallada impune,

. . . y ante la duda, callar . . .”

 

                         Frank Neko, ”El jardín de los miedos”
 

 

 

Mimetismo: m. fenómeno por el que algunos animales imitan en el color e incluso en la forma del cuerpo el ambiente en el que viven para confundirse con él, como mecanismo de defensa.
Fenómeno análogo en el mundo vegetal por el que muchas semillas y frutos imitan piedras, madera, etc..

 

 

Nekovidal: collage 50 x 65 cm.         

 

* Como cualquier otra criatura gregaria, al enfrentarnos a la posibilidad del rechazo de nuestro grupo y la consiguiente marginación u hostilidad del entorno social, nos mimetizamos a fin de no vernos condenados al ostracismo, algún tipo de peligro o la soledad. Lo hacemos con más frecuencia de la que imaginamos.
Un buen día ya no distinguimos si somos nuestra propia esencia o la falsa imagen que hemos creado como mecanismo de defensa. Es ese momento, el de la duda, la antesala del infierno. Luego nos invade la obscura certeza, todo resulta obvio y evidente: vociferamos rotundos o recitamos sumisos las normas ya perfectamente asimiladas. Seguimos estando, pero ya no somos sino la sombra de aquel ser libre del pasado, aquel que identificaba mimesis con cobardía y mentira con miseria, aquel que ya jamás ni desear volver a ser podremos . . . porque, acorralados por la angustia, ninguna verdad se torna en ocasiones tan válida y cierta como la mentira que, cobardemente, creemos necesaria.

 

* El ocaso y la decrepitud son inevitables, pero, ante la vida, ser derrotado requiere, como condición imprescindible, nuestro consentimiento.

 

*Admiramos el constante intento del ser humano por retornar, mediante la expresión estética, al primigenio estado de comunión con el medio que habita. Aún sabiendo de antemano la imposibilidad de tal retorno, tan inevitable como la incertidumbre innata al devenir, en el mismo y vano intento se dan la mano lo sublime y lo patético.

 

*Vivimos tan rodeados de dudas que olvidamos a menudo la certeza implacable de la muerte.

 

*Son muy pocos los poetas que no parecen torpes cuando son leídos bajo las siniestras sombras del hambre o del miedo.

 

*El mundo está lleno de insensatos que, al hablar de sentimientos, apelan a la sensatez.

 

*¿Qué indescifrable ley del azar hará de unas personas héroes y de otras víctimas de heroicidades?

 

*El ególatra siempre me ha producido una mezcla de estupor y envidia : nadie tiene tan cerca al dios que adora.

 

*Las personas y los cuadros que se expresan libremente suelen tener idéntico fin: colgados para servir de ejemplo.

 

*La belleza, según los cánones del momento, reflejada en caras y cuerpos perfectos. El dinero, la fama, el poder y una larga lista de efímeros consuelos de la angustia existencial . . .
Todo es presentado repetidamente ante los deseosos ojos del consumidor, que lo contempla como un adolescente obnubilado por un juguete electrónico.
Cuando comprueba, con la sabiduría propia de los años, que ha sido estafado, que ha desperdiciado su vida, ya es tarde, quedando tan sólo el consuelo de la obstinada y engañosa negación de lo evidente.
Mientras, el ciclo recomienza.

 

*No es al fin y al cabo la felicidad más que un frágil equilibrio que se rompe con la misma insistencia con que se persigue.

 

*El sentido de la solidaridad anida en todos nosotros, pero está escondido, enterrado bajo la desconfianza, hija del mal llamado sentido común.

 

*En el devenir histórico los hechos han conferido a la fuerza la extraña virtud de purificar las crueles canalladas de quienes la detentaban.
Sólo conocemos la historia escrita por los vencedores, que no suele ser más que una retahíla de mediocres justificaciones.

 

*Un idealista es, básicamente, un apóstol del futuro, un campesino filántropo empeñado en sembrar una cosecha cuyos frutos sabe de antemano que, muy posiblemente, nunca llegará a disfrutar.

 

*A quien cree que existen banderas por las que es lícito llegar a matar se le debería invitar a ser el primer y único mártir de tan demencial ideología.

 

*Siempre es más difícil vencerse a si mismo que al peor de los enemigos, porque no existe engaño más difícil de desenmascarar que el autoengaño.

 

*La grandeza y miseria del occidental ha sido el saber mirar siempre más allá. De ahí que tan a menudo pasemos de largo ante la felicidad.

 

*En la cultura japonesa la originalidad, en tanto diferenciación del individuo con respecto al grupo, está no sólo mal vista, sino incluso socialmente penalizada.
Una persona individualista se mira allí con desconfianza y hasta compasivamente en ocasiones : se le ve como a un pobre elemento infantil e inmaduro, que no acepta las obligaciones de la vida y trabajo en grupo por carecer de la capacidad necesaria para apreciar sus innegables beneficios. Es, en definitiva, un marginado.
Pero no caigamos en el pedante error de juzgar este hecho bajo el prisma de nuestros prejuicios culturales : queda por demostrar que dicha postura no sea, cuanto menos, tan válida como su extremo opuesto : nuestra mitificación del individualismo.

 

*Debiéramos dejar de satanizar el egoísmo y transformar su concepto de manera que sintiéramos un inmenso placer egoísta en la creación y contemplación del placer ajeno.

 

*Prisioneros de la provisionalidad, todo dogma no tiene más valor que el de crónica o anécdota.

 

*Era una persona que se creía profundamente religiosa: necesitaba de forma apremiante racionalizar el más mínimo atisbo de placer y destruirlo antes de que su luz iluminara la caverna en que voluntariamente se había recluido.

 

*Siempre me ha costado comprender la premura y nulo carácter analítico de quien se refugia en la religión haciendo una sobrevaloración fanática de sus ritos. ¿Cómo podemos llegar a creer que a cualquier ente superior, en caso de existir, le puede importar más que un semejante haya mojado simbólicamente nuestra cabeza al poco de nacer que el haber creado en nuestra existencia más placer que dolor en cuanto y cuantos nos han rodeado?.
Sobre la existencia o no de una vida ultraterrena, puesto que la muerte, inevitablemente, nos ha de llegar, no tengamos tanta prisa por averiguar aquello que estamos condenados a saber.

 

*Nuestra sociedad carece actualmente de un rito claro de iniciación a la edad adulta. Esta carencia da lugar a millones de adolescentes que, una vez instalados a golpe de tiempo en la madurez, no hacen sino despreciar cuanto no comprenden y a cuantos en su momento les menospreciaron.

 

* Es difícil concebir mayor crueldad, y al mismo tiempo lección más magistral, que condenar a un ser racional a compartir su espacio y    tiempo con otra especie autoconsciente en un estado evolutivo anterior al suyo.
Las cárceles del futuro, de existir, serán un viaje al pasado.

 

*Cada realidad no es más que la deformación de cada imaginación en función de los miedos padecidos a lo largo de su existencia.

 

*Solemos buscar en los dioses aquello que no somos capaces de creer que se encuentra en nosotros mismos.

 

*Las apariencias no engañan, nos engañan nuestros sentidos al juzgarlas e interpretarlas

 

*A lo largo de la historia casi todo se ha dicho y expresado sobre el pensamiento y las posibilidades humanas,. . . lástima que en nuestra naturaleza convivan, junto a tan enormes capacidades creativas y especulativas, tan exiguas capacidades de memoria y síntesis.

 

*Significados invertidos: Llamamos idealistas o progresistas a quienes intentan transformar el contexto social en que viven, cuando debiéramos llamarles realistas en tanto que la historia demuestra que los cambios son continuos e inevitables. Por el contrario llamamos realistas o conservadores a quienes se empeñan de una forma idealista en intentar detener y conservar las sociedades en un determinado estadio de tiempo, algo simplemente imposible, y sin precedente en la historia.

 

*En las democracias representativas gozamos del dudoso privilegio de poder elegir entre varios candidatos que no tenemos el gusto de conocer y que a su vez han sido preseleccionados por otros.
Votar es la mayor renuncia explícita a su derecho de decisión sobre la propia vida social que lleva a cabo un ser humano a lo largo de su existencia.
Tan sólo puede ser considerada una acción positiva en tanto consuelo si se piensa que, hasta hace poco más de un siglo, ni ese simulacro de derecho se poseía.

 

*La ruptura con parte o todos los cánones anteriores, la reiterada connotación de que todo puede ser diferente, esa es la constante función innovadora, tanto a nivel personal como social, del arte.

 

*Si el artista no se sabe reír de sí mismo, no es tal.

 

*En ecología, la gran catástrofe viene en buena parte provocada por la actitud occidental hacia la naturaleza: buenos herederos del pensamiento judeocristiano, intentamos dominar la naturaleza disociándonos de ella, considerando la posibilidad de una alianza como síntoma de primitivismo. Imposible deserción.

 

*Nuestra única alternativa de supervivencia para el futuro es, muy posiblemente, la creación de sociedades sinérgicas en las que el interés del grupo y del individuo coincidan plenamente. El medio sería la educación; el fin, la supervivencia.

 

*El fanatismo es la más ruidosa fantasía de un cobarde.

 

*Los Estados han comenzado a intentar restringir el uso del tabaco tras comprobar que, a pesar de los impuestos recaudados, no resultaba rentable por los costes sanitarios que provocaba a largo plazo, llenando los hospitales de enfermos víctimas de tan curiosa, como insana costumbre. Tal vez debiéramos saturar los psiquiátricos a fin de que no resultaran rentables la manipulación, la alienación, y la frustración a que el actual sistema social dan lugar.

 

*Tan obsesionados estamos en ocasiones combatiendo a nuestros enemigos, que olvidamos a menudo que lo son tan sólo porque les hemos concedido categoría de tales.

 

*Nos creemos reyes de la naturaleza porque la expoliamos.
Curioso argumento el que confunde rey con verdugo.

 

*Anhelaba la certidumbre y temía a todo lo diferente.
Horrorizado se refugió en la religión.
Se refugió en la fe.
Ahora posee la certeza, la certeza del fanático.
Ahora mata o muere por su patria o la única religión verdadera.
Ahora toda su vida es una gran mentira.

 

*Los Estados Unidos de América han declarado abiertamente la guerra al fundamentalismo islámico.
No deja de ser paradójico que sea una sociedad que imprime en su moneda el lema “Confiamos en Dios”, una sociedad plagada de miles de fanáticas sectas de todo tipo, y en los discursos de cuyos políticos nunca falta una cita bíblica, la que asuma tal papel supuestamente neutralizador de otro tipo de fanatismo religioso muy similar al que ellos mismos padecen.

 

*¡Qué soberbio y patético resulta un adulto intentando explicar los misterios de la vida, que tanto desconoce, a un niño!

 

*En los tiempos de hastío es fácil hallar compradores de leyendas: hay quien nunca se sacia, medrando constantemente entre estómagos llenos y sueños vacíos.

 

*Nadie como los niños para comprender el concepto de esencia divina, el concepto de dios; ellos, que no le necesitan.

 

*África fue nuestra cuna; Asia nos cedió incautamente las bases de nuestra tecnología; nosotros, Europa, apenas aportamos algo más que la agresividad y etnocentrismo necesarios para la conquista y homogeneización del crisol de culturas que componían el mundo de hace unos siglos.
Durante medio milenio colonizamos y esquilmamos a nuestros vecinos, al tiempo que nos desangrábamos en guerras fratricidas.
Hoy, en nuestra vejez cultural, nuestra hija bastarda, la América anglosajona, nos subyuga y desprecia como suelen hacer los vástagos carentes de amor con los padres de los que no han recibido más que autoridad, egoísmo y un mísero sustento.

 

*No nos debería sorprender tanto la crueldad humana sino el hecho de que, en el primitivo estado evolutivo en que nos encontramos, ésta pueda ser controlada en determinadas circunstancias.

 

*Tan obsesionado ha vivido el hombre occidental con su religión que, de tanto mirar a su dios, no ha podido ver el dolor e injusticias que, entre sus semejantes, sembraba en su nombre.

 

*La juventud se equivoca muy a menudo, pero sus ideales guardan siempre la fuerza que proporciona el altruismo propio de la edad; de ahí que las culturas gerontocráticas hayan dado lugar a imperios sólidos, fuertes y estables, pero han sido aquellas que dejaron paso a sus jóvenes las que han impregnado de dinamismo la historia.

 

*Si tuviéramos que presentar a un sólo ser humano como canon de nuestra especie, un ser que reuniera todas nuestras características esenciales al tiempo que resumiera lo que ha sido nuestra existencia hasta hoy en este planeta, no tendríamos más remedio que exhibir a un demente.

 

*La cobardía es el escepticismo al alcance de cualquiera.

 

*Sólo transformándose en apátrida consiguió el dios nacionalista judío extender su mensaje por todo el mundo.

 

*La historia de los seres altruistas es la de solitarios que desean la abstracta compañía y bienestar de sus semejantes aún no nacidos.

 

*Hasta ser libre requiere un aprendizaje. Saber amar, un curso vitalicio.

 

*Si algo define genuinamente al ser humano contemporáneo es la irreparable pérdida de su capacidad de asombro.

 

*La duda va siempre impregnada de honradez y sabiduría. Es fácil reconocer a un necio o a un farsante: son aquellos que tienen siempre las ideas muy claras.

 

*De igual forma que debemos aprender a caminar o hablar, saber amar requiere un proceso de aprendizaje.
Nuestra especie ha creado miles de escuelas militares en las que se enseña a matar con enferma eficacia, pero ha sido incapaz de crear para el amor, esa extraña serie de reacciones bioquímicas que pueden llegar a ser una vía hacia la convivencia sinérgica de la especie, un método de estudio generalizado, ni reconocer, de hecho, siquiera, su necesidad.

 

*Toda nuestra vida transcurre mientras nos morimos de miedo ante la muerte, mas es vano. Debiéramos aprender a amarla tanto como a la vida, ya que ambas van indisolublemente unidas y son, en última instancia, una misma y única cosa. Miles de animales y plantas mueren a lo largo de nuestra existencia para ser nuestro alimento, de igual forma nosotros deberemos, al final de nuestro camino, alimentar la tierra que fue, a su vez, su alimento.
No sólo es justo; es, además, inevitable.

 

*Aquello que diferencia a una persona de otra es, por encima de cualquier otra consideración, la matización de sus miedos.

 

*Tres cuartas partes del planeta agonizan mientras una de ellas enloquece en su opulencia.
El egoísmo no es más que la necesidad enferma.

 

*En nuestra sociedad parece que hay pocas personas libres porque éstas no ocupan espacio en los noticiarios, en las revistas del corazón, ni titulares de prensa. No hacen ruido, tan sólo viven y dejan vivir. . . pero son tantas y tan peligrosas para quienes ostentan el poder que éstos siguen estudiando y experimentando nuevas formas de control.

 

*Lección de cobardía: Una buena forma de preservar nuestra cotidiana y pequeña felicidad es no poner a prueba la lealtad de nuestros amigos ni la propia hacia antiguas y bellas ideas que un día nos hicieron estremecer.
Se refugia en ocasiones la búsqueda de la felicidad en la ceguera ante la realidad como torpe pero efectivo mecanismo de defensa. Y en ocasiones se llega a envidiar la destreza con que algunos seres saben colocarse vendas en los ojos, así como la falsa dignidad con que las portan.

 

*Pobres hombres aquellos que tienen todas sus ideas claras, porque dudo que tengan alguna digna de tal nombre. Existe algo que en Oriente se trata con enorme respeto, por ser la base de todo conocimiento, mientras que en Occidente tan sólo se teme y rehuye: la duda.

 

*Es curioso que aquellos que más critican y dicen despreciar las que ellos mismos llaman aberraciones sexuales sean los proselitistas y practicantes de, entre otras, la más antinatural de todas ellas: la castidad.

 

*Los niños no pueden jugar en libertad, ya nada nos asombra, se nos ha olvidado llorar y pocos ancianos saben sonreír. . . ésta es, ciertamente, una época caduca.

 

*La vanidad, la arrogancia y la ignorancia son como los perfumes: quien los porta nunca es consciente de su presencia.

 

*Siempre nos parece pesada la compañía de las personas que no nos permiten ser pesados.

 

*Nuestra sociedad crea, mediante multitud de leyes, costumbres y normas impregnadas de injusticia, al delincuente; luego mediante otras tantas, le castiga. Alguna generación con memoria y sabiduría pondrá los cimientos del largo proceso de justicia e igualdad que consiga detener tan infame círculo de miseria e insensatez.

 

*Poco entienden los pájaros de aerodinámica, pero vuelan.

 

*Busca siempre la compañía de quien te pueda enseñar algo, me aconsejaba mi padre; tal vez te engañe, pero sólo una vez.

 

*El cristianismo fue, en sus primeros tiempos, una filosofía, religión y forma de vida marcadamente espirituales en la que no existía ningún tipo de adoración hacia las imágenes ni jerarquización alguna dentro del grupo, nutrido básicamente por esclavos y mujeres.
Las primeras “misas” podrían ser definidas, desde nuestra época, como reuniones en las que se practicaban equilibradamente la tertulia y la terapia de grupo. A nadie se le hubiera ocurrido insinuar tan siquiera en una de esas reuniones la superioridad jerárquica de alguno de los presentes, pues no olvidemos que el principal atractivo de la nueva religión era el de pregonar la igualdad de todos los seres humanos, de ahí que calara tan hondo entre los grupos más desfavorecidos.
Con el tiempo, sorprendente e imprevisiblemente, terminó suplantando todo el poder terrenal del Imperio Romano e incluso aumentándolo, a la vez que hacía de las mujeres, inmensa mayoría entre los primeros cristianos, el grupo social más cruelmente reprimido y perseguido.
La existencia del Papa como superior jerárquico, o el culto a la Virgen se idearon e impusieron varios siglos más tarde (IV y X respectivamente) de la muerte de Jesucristo.
Revisados los ritos y formas de vida primigenios, sin duda consecuentes con las entonces recientes enseñanzas del Maestro, y comparados con el modus vivendi de los representantes de las distintas iglesias cristianas a lo largo de los siglos, hemos, objetiva e históricamente de concluir que el cristianismo oficial, a partir del siglo III, está tan lejos de las ideas y enseñanzas de Jesucristo como lo estuvo la religión oficial romana de la Iglesia primitiva.

 

*Una obra de arte que no hace dudar al creyente, sospechar al fanático y asombrar a un niño . . . no merece ser realizada.

 

*No hay forma más rápida de disolver una relación social que utilizar la verdad, fría y desnuda, como medio de expresión.

 

*El occidental no sólo es infeliz al carecer de felicidad, sino también al poseerla, pues vive en constante temor a su pérdida. Esta perpetua incertidumbre le obliga a dominar por la fuerza a culturas que sí han encontrado, por caminos muy diferentes, una senda de sosiego. Una brutal y enfermiza tara mental nos permite autoengañarnos hasta llegar a creer que aquello que podemos destruir o dominar es, tan sólo por ello, inferior a nosotros.

 

*Nunca fue una mentira tan fuerte como para resistir ni el paso del tiempo, ni el peso de una pregunta adecuada.

 

*No hay prejuicios ni cadenas más difíciles de romper que aquellas cuyo portador no siente ni sospecha como tales.

 

*Tanto ha condicionado el azar a la historia humana, que ésta no es más que la Historia del Azar.