Salvarse por los pelos


Salvarse por los pelos, cada día,

cuando miras al fondo, al final del camino.

 

Salvarse por costumbre, sin un miserable porqué

más elocuente que el silencio.

 

Salvarse por si hay algo digno de ser salvado.

 

Salvarse por vocación.

 

Salvarse porque si.

 

Salvarse sin más.

 

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