LA VELA

 

La vela del velador que por tí vela con su luz, no esconderá veladas argucias, sino que te guiará cual velamen de velero, cual firme llama de velón.

Se consumirá cual velo en las llamas de una vela, y velando por tí mientras te vela, sólo si el insomnio te desvela, desvelará su misterio: la vela sólo es vela, y sólo por ti vela, cuando, desvelado, la ves.

Esa es la misma vela que, si lo quiere el destino, no formará parte mañana de tu velatorio y, con suerte, velará por la alegría de una larga velada.

 

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