EL OLIVO

Sombra tenue, de agradecer, perdida entre los terrones

Cuerpo torturado con cariño desde niño

Espiral dadora de vida y trabajo digno

Esclavo del esclavo

Testigo silencioso del tiempo, la adversidad y el suicido fortuito 

Cuerpo rígido y brazos flexibles en su firmeza

Peinado y repeinado por mil años

Golpeado nunca hasta la muerte para tomar tu fruto

Asidero de chicharras cantadoras bajo un calor agobiante

Negocio de terratenientes pan de pobre al-ham-du-li-lah

Omega 3 para las venas atascadas de estrés

Ser de buena madera poco bebedor

Hacedor, con tus semejantes alineado, de un paisaje pintado

¿Estabas aquí antes del diluvio?

¿Y después, estarás para contar a los que queden lo que pasó?

¿O caerás antes hecho trizas por el hacha del urbanizador?

Tengo que abrazarte un vez mas antes de irme.

                                                  

                                   Juan Pérez de Siles