Cuando empieza una amistad
a unirme con fuerte lazo
el cofre de mi poesía
se rompe en mil pedazos.
Mi lenguaje tan “querío”
tan flamenco y tan cercano
lo refino con la “d”
en honor a un castellano.
Saboreando un vino tinto
pongo yo todo mi empeño
para lograr dibujar
a un singular madrileño.
Ricardo Sanz es sin duda
un hombre honrado y sencillo
aunque tenga buena pinta
de pícaro monaguillo.
Atraído por lo bello,
salió un día a caminar;
con su inquieto corazón
a Nerja vino a parar.
Y como el hombre bebió
en la fuente Cantarero
se quedó pegado al pueblo
como a cabeza un sombrero.
Sanz es aire de amistad
movido por lo que siente
su entrega y sinceridad
me pilla a mi fuertemente.
Buscando en la libertad
su maravillosa luz
con tenacidad y ahínco
rompe todos los tabús
Cautivado por las letras,
por la vida y la amistad,
muy valioso personaje
es este Ricardo Sanz.
Cuando lo lees comprendes
el saber de su palabra,
pues se expresa el tío mejor
que hasta Moisés con la Tabla.
Con su fantasía por barco
y con su pluma por vela
por un mundo imaginario
buscando verdad navega.
Es su pluma firme lanza
que en sus manos tan acordes
se desliza en el papel
rompiendo todos los moldes.
Dominando las palabras
escribiendo es cosa fina,
con sus cuentos de “Microbios”
a cualquiera contamina.
Van naciendo sus relatos
de una sabia perspectiva
que le dio año tras año
su visión sobre la vida.
Esta prenda es un regalo
que Dios a este mundo ha dado
pues les dedica su libro
a los perros abandonados.
Es su humor tan ocurrente
y chispeante, que enamora,
a mi me pirra el relato
que hace de la lavadora.
Con “sofi” de la “galofi”
el menda se ha desmadrado,
lanzado navaja en mano
suelta todo el desenfado.
Y es que todas sus historias
son una linda gozada
léanlo y disfrutaran
con “la mosca” y “la almohada”.
En menos que canta un gallo
sentencia sin compasión
con tan solos tres palabras,
un gato y un gorrión.
Con la luz de sus adentros
como el “loco de los hielos”
busca lo bello y lo puro
Ricardo con todo anhelo.
Se hace pasar por fantasma,
mosca, sombra, agujero,
puchero y contenedor
cual contento barrendero.
Con su buen libro “Microbios”
a mi me quita hasta el sueño
pues deja mejor sabor
que el cocido madrileño.
Con su alegre condición
no hay pena que a él le agache
por divertir a la gente
se disfraza hasta de apache.
Si le pudiera leer
con tanta frescura y plante
se mondaría de risa
el mismísimo Cervantes.
Cabe todo sentimiento
en su hondo corazón
el llanto de la pobreza
y la alegría del humor.
Este amigo a mí me engancha
más que la noche a los grillos
porque borda con la pluma
bello encaje de bolillo.
Soñando un mundo más limpio
este valiente colega
con toda fuerza y coraje
a la escoba bien le pega.
Pienso al verle en la tarea
mirándome y sonriendo
que le pirraría entrar
por la Moncloa barriendo.
Con su pluma y con su escoba
y sin ninguna atadura
el vive a la bambolera
mucho mejor que los curas.
Un buen rato con Ricardo
es un encanto pasar,
su conversación me sabe
como a tortas de San Juan.
Con vino y cigarro en mano
y con su mágico hablar
es agradable el ambiente
que crea Ricardo Sanz.
Hasta el viejo ordenador
de tiempos de la “Parrala”
al verlo tan inspirado
dispara más que Cubala.
Viven como Adán y Eva
Ricardo y Maria Luisa,
ellos dos y su perrito,
una autentica delicia.
Esta estupenda pareja
saben pasárselo bomba
con el gracioso canino
que les baila hasta la comba.
Y es que el bribón del perrito
bien sabe darse a querer,
por eso que me lo miman
como si fuera un bebé.
Estos versos que te ofrezco
con mi sentir mas sincero
que te sepan a buen tinto
de la Ribera del Duero.
Diciéndote que en mí tienes
aunque con poquitas pelas,
el afecto y la amistad
para ti y tu compañera.