Maratón de escritura

Maratón de escritura

Un maratón de escritura es una reunión de personas que disfrutan del acto de escribir, al margen de su profesionalidad, y deciden hacerlo libremente a lo largo de varias horas. Alguien va proponiendo temas sobre los que escribir o el tema es elegido alternativamente por los propios participantes. Sobre cada tema propuesto se escribe unos diez o quince minutos, para pasar finalmente a leer, quien lo desee, los textos recién creados.

En otras ocasiones, se escribe sobre cuadros, fotografías, collages o cualquier otro tipo de imagen o pieza, a veces obras de alguno de los participantes.

Así de simple, así de natural, sólo hay una tremenda barrera que sortear: el complejo que nos hace creer que escribir o llevar a cabo cualquier actividad artística es algo exclusivo de ciertas personas con facultades especiales. Lo extraño, especial y llamativo es la terquedad con que cerramos los ojos a la realidad que nos enseña a diario que ser humano y ser creador son una misma cosa.
Si la educación recibida ha cercenado, congelado o marchitado ciertas capacidades, debemos buscar en nuestro interior, ya que no pueden habernos arrebatado todas, en caso contrario no habríamos sobrevivido hasta hoy.

 

El maratón de escritura es un juego tomado de Natalie Goldberg, de su libro “El gozo de escribir” (editorial La liebre de Marzo).

Cómo funciona un maratón de escritura: Cada participante en el maratón se compromete durante el tiempo marcado. No se para uno a pensar lo que va a escribir, se pone a escribir en cuanto se da la pauta correspondiente y está escribiendo hasta el final del tiempo marcado. Esto es importante, en un maratón lo que importa es la cantidad, no la calidad, no se trata de que nos cuentes lo que ya tienes claro en tu cabeza, sino de que te dejes ir en la aventura hacia lo desconocido. También es importante evitar cualquier comentario en voz alta cuando se dé la pauta.

A continuación se lee lo que hemos escrito (si somos muchos las lecturas serán alternas para no alargarnos entre sesión y sesión de escritura). Es muy importante no hacer comentarios sobre lo que otros han escrito o sobre el propio escrito. Nadie dice nada, ni siquiera “me ha gustado” o “está muy bien”. No hay bueno ni malo, ni críticas ni alabanzas. También está permitido pasar o leer sólo una vez.

“Lo que sucede –dice Natalie- es que paramos de pensar: escribimos, leemos, escribimos, leemos; y cada vez somos menos autoconscientes”. El que no se hagan comentarios, hace que nos sintamos cada vez más libres de escribir lo que nos apetezca. El no comentar los escritos crea un saludable deseo de expresarse.

Al empezar cada sentada de escritura se propone un argumento o disparador. No estamos obligados a escribir sobre ese argumento, pero si estamos obligados a escribir, a mantener la mano en movimiento durante todo el tiempo que dura la sentada.

Dice Natalie: “El maratón es una experiencia que nos da una enorme apertura. Es como si nuestras defensas saltaran por los aires, y nosotros nos encontráramos de pronto desnudos, tal como somos en realidad. Pero no hay que preocuparse: es un estado de ánimo que pasa, y muy pronto volvemos a ser cautos y susceptibles como antes”.

Raúl Rodríguez dice en su libro/DVD “La flor que florece” (editorial Lluviacaballo): “Transparente es lo que deja pasar la luz. De ti, hermano, lo recibo todo sin quedarme con nada. Mi corazón es ahora una casa de cristal, no me importa que veas lo que tengo dentro, no hay nada que guarde que no pueda compartir contigo”. Y añade: “Sólo puedo hablar de lo que he vivido. Comparto con vosotros mi experiencia hecha de luz y de sombra, de tristeza y de inocencia, de miedo y de confianza”.

 


           

                   

 

 

 

          

 

         

 

            


             

 

Comiéndote tu plato favorito

Los aristócratas del poblado se sentaron alrededor del suculento menú que había estimulado poderosamente sus glándulas saliváceas desde largos minutos atrás, a la espera de la señal del rey para dar comienzo a tan señalado festín. Sin duda había para todos. Aquel día ninguno de los comensales quedaría insatisfecho, no; solamente ensombrecía la jornada los que, permaneciendo en pie, como actores secundarios, esperaban su momento para abalanzarse a por las sobras una vez que los primeros se hubieran dado por satisfechos. Tuvieron que pasar dos largas horas para que la realeza se retirara, obnubilados sus sentidos por tan magníficas viandas, a echarse la siesta, momento en el cual se precipitaron los segundones que, como hienas que eran, arramblaron con los restos en un abrir y cerrar de ojos.

Aún quedaban en un tercer plano aquellos individuos oscuros y espantosos que esperaban -con media sonrisa de asesino - para aprovechar lo inaprovechable, tal era y seguiría siendo su condición de buitres carroñeros. El escenario final fue una siniestra imagen donde quedaron, como clavados en tierra, osamentas varias, pellejos y manchas de sangre y un silencio como de ceremonia fúnebre adherido al tórrido atardecer que, como un día entre tantos había sido testigo de los ciclos inevitables de la vida salvaje y algunos de sus más dignos representantes.

Beatriz Beagudín

 

 

Periódico atrasado

 Envueltas en papel de periódico entregó la señora Mercedes unas verduras recién cogidas de su huerta a la señora de la casa del marqués, donde nada parecía escaso pero que, sin embargo eran apreciados los productos frescos que los campesinos solían ofrecer por pocas monedas.
Al entregar el paquete a la cocinera, la señora se percató de algo que aparecía entre los pliegues del papel: una foto sepia de una cara demasiado familiar como para pasar desapercibida, y al extender el amarilleado periódico se vio, con creciente estupor a sí misma con la fecha de su propia muerte y un titular que decía: trágico fallecimiento de la heredera del marquesado de Boullón.

Sus manos se crisparon y apretaron como pudieron la hoja que databa su fecha treinta años atrás; empalideció y sintió de repente un escalofrío espectral, como si una capa de nieve le cubriera el rostro y el cuerpo, luego musitó un proyecto de grito que, al menos le sirvió para sentir que todavía estaba viva; aquello era como un "deja vú" que la  envolvía en una niebla sucia, arrastrándola a un espacio desconocido, a un oscuro abismo de su memoria subconsciente. Sudándo se sentó tras la mesa atiborrada de utensilios de cocina, apretó los dientes y cuando estaba a punto de desfallecer -su pulso casi quedo como un motor a punto de apagarse - entró la doncella y con gran algarabía preguntó a la cocinera si había preparado algo especial para el día de los santos inocentes.

Beatriz Beagudín


 


Mil poemas

 
Mil poemas te componen
-aún tú sin saberlo-
te circundan olorosas guirnaldas
enrolladas en tu lecho,
te arrullan bellas baladas
en este largo trecho,
protegiendo tus pasos
- hundidos en el lodo-
procurándote consuelo
y aún así y todo
te percibes triste y solo.
Mil poemas se agolpan tímidos,
impacientes en tu garganta
que como niños corren y saltan
salpicando de risas su tierna infancia,
y aún así, de este modo
sientes que no lo tienes todo.
Mil esencias se vierten ante tí
como incienso divino,
derramando su aroma
y nutriendo tu alma herida,
y aún así henchida
sientes que sangra tu herida.
Y cuando la vida certera
apunta su flecha y dispara,
al momento preciso,                            
al instante perfecto
- a la hora más rara-
descubres de pronto
que no te falta nada
y vuelves a componer
mil poemas, mil baladas
ante tu alma asombrada,
a la hora más rara.

Beatriz Beagudín

 

 

MARATÓN DE ESCRITURA - Nerja (Málaga)

Se invitó a los participantes a escribir libremente lo que le sugerían las imágenes de los collages de Nekovidal, así como proponer un título para los mismos.
A modo de ejemplo, se presentan los textos cedidos por algunos de los participantes en el maratón:
Ricardo Sanz (RS), Fº Antonio Vidal (FAVS), Vicky Fernández (VF) e Idelfonso Gómez (IG).

 

 

Títulos propuestos para la imagen:

bullet“¿Dónde?”
bullet“Miradas”
bullet“Miradas, ¿reales?”
bullet "Colage"

 

¿Dónde?

¿Dónde esas palabras que la boca calla?
¿Dónde esa imagen que la mirada ciega?
¿Dónde el vuelo de la roca?
El corazón es instantáneo y certero
como el salto del felino
o la luz rojiza de la tarde.
El pájaro interroga la distancia,
pero siempre un parpadeo al que mudarse
cuando el ruido nos amenaza.
La sombra se desplaza por lo añil
y el destino es una luz imperturbable
a pesar de los triángulos del tiempo.
R.S.

 

Miradas

La mirada en las tres versiones que ha dado la vida en nuestro planeta: la mirada de presa del pájaro: un ojo a cada lado de la cabeza para cubrir el mayor ángulo visual posible. La mirada de depredador del felino, con los ojos al frente, escudriñando antes del ataque. Y entre ambas, nuestra mirada, la mirada de nuestra especie, depredadores sin duda, con restos de nuestras presas colgados del cuello, pero atrapando esa luz que nos hace humanos.
Presentida en la mente de todos, la mirada ausente de la Mona Lisa de Da Vinci y el perfil oscuro de un humano que mira el conjunto: la sombra de nuestra especie sobre el resto de la vida.
En primer plano, diminuto, un hombre ante la naturaleza, ante la mole enorme de roca, ante su propia existencia, empeñado en atrapar la luz.
F.A.V.S

 

Miradas, ¿reales?

Aunque miran lo mismo, no creo que perciban igual. La interpretación de lo que ven no la procesa igual el león, ni el gorrión como la niña y menos aún la montaña. ¿Quién de ellos ve la realidad?
El presente se convierte en décimas de segundos en pasado, por tanto, nuestro mundo que creemos tan real es siempre una irrealidad.
Tal vez, para los animales y la montaña la realidad si es, pues para ellos no existe el tiempo. Estamos obsesionados en medir el tiempo y esto es lo que hace que convirtamos el mundo en el que vivimos una irrealidad. Nuestra mente proyecta el pasado y el futuro, no quiere saber nada del presente.
Llegar a la Paz interior se consigue viviendo el presente.
V.F.
 

Colage

 

Me gusta asomarme a la ventana,

ver esa mar quieta

que transmuta el cielo en un lila

antesala de una noche

                                     que no duerme.

En el sigilo de esa  mar que  se sueña

voces remotas se aproximan

buscando el pan que se agranda

y que hoy es migaja de los gorriones.

 

Depredadores de los sueños ajenos

se alimentan de esa esperanza

que avanza muda en ese mar quieto,

huida de esa tierra agrietada,

mermada de una sed que no se sacia.

 

Imagino sus ojos, racimos de luz,

que alumbran la noche carente de luna.

Sus pupilas esbozan la sonrisa

que oculta el miedo en sus labios,

sabedores de la luz que los atrapa

amanecer de un sueño que se cierne.

I.G.

 

 

 

*Títulos propuestos para la imagen:

bullet“Sangre”
bullet“Colores”
bullet"El mar que me contempla"
bullet“Larga espera”
bullet“Rojo”

 

Sangre

Sangran manos de tierra mientras la piedra muele las horas.
Al fondo, la montaña de sangre guarda el secreto de la vida.
Hermosa sangre, agua roja de la existencia,
sangre hasta en nuestros sueños de sangre,
sangre en esa boca que fiera y sangre,
roja atmósfera que nos precipita
a lo más rabiosamente vivo.
No hace falta mirada, los ojos son peces
que nadan en un mar de sangre.
Corre sangre y somos espesos, líquidos, sabrosos,
no hay estaciones en la sangre ni preguntas,
sólo rastro de presa herida y pasos de fiera
para arrebatarle a la muerte tanta sangre
y por fin celebrarla vestidos de sangre,
riendo sangre, danzando sangre.
La piedra yace al fondo y chorrea sangre,
agradecida sangre, imposible burlarte.
R.S.

 

Colores

Un ejercicio de color, esa extraña referencia mental que tanto condiciona nuestra mente.
¿Qué es el color? Admitamos convenios colectivos (no laborables) para tener una referencia sobre la que hablar. Ninguno verá ese rojo igual, pero convenimos en llamarlo rojo y creer que los demás lo ven como nosotros.
Fotones actuando sobre determinadas células que transforman esa sensación en impulsos eléctricos que, transportados al cerebro, lo transforman a su vez en imagen. Tan sólo eso, pero todo poesía en su resultado.
De alguna manera, los colores son las distintas notas de la sinfonía de la luz.
F.A.V.S

 

El mar que me contempla

 

Mar de encuentros y desencuentros.

Este es el marco que soñó Visconti para  la Muerte en Venecia.

Un joven, un efebo

con los ojos fijos en la nada

y los labios como preludio de ese beso

que sueña el viejo Gustav Mahler.

Pero el amor se riñe con la vejez

                                                      que no se asume

como la lujuria con la inocencia

                                                     que se encarna.

Veo su perfil praxiteliano dibujado en ese mar,

que conjuga un duelo de relojes.

Uno que se para en la catarsis del minuto,

donde la nada es eterna y niega el tiempo futuro,

otro que cabalga buscando el perfil

de esa línea recta que se clava en un punto,

estigma de los ejes de coordenadas.

                                                          El punto.

Apéndice en el vacío, tramoya de una nada.

I.G.

 

 

 

*Títulos propuestos para la imagen:

bullet“Callada mirada”
bullet“Juego atemporal”
bullet"Tormenta"
bullet“Contrastes”
bullet“Mar”
bullet“Perdidos en el tiempo”

 

 

Callada mirada

La mirada callada ve más allá,
la luz también puede ser fría y matar,
los pájaros-dioses del abismo saben,
y el reloj no es capaz de marcar
el tiempo de lo que realmente siendo,
bosque de columnas, catedral de agua
y el silencio de esa impertérrita mirada.
Puedes volver la cabeza
pero entrarás en las horas de sal
y te perderás el riesgo y la zozobra.
R.S.

 

Juego atemporal

El extraño juego del tiempo, ese concepto mental confuso que los físicos intentan explicarnos que no existe, que es el espaciotiempo o no es.
El tiempo como ingrediente de varias dimensiones, once, según los físicos cuánticos más audaces, que da lugar a que nuestra existencia, ese rostro morado, pueda multiplicarse, tal vez algún día descubramos que hasta el infinito.
Ese pájaro negro que anuncia ese cambio o final metafórico al que tanto tememos, la muerte.
Ese tiempo que parte, divide o resquebraja, a cada instante, nuestra realidad, para mostrarse con esa mirada inquietante de depredador.
Ese tiempo que nos tiene siempre, como en esa pequeña figura superior, pendientes de un hilo.
F.A.V.S

 

Tormenta

Se ha roto el cielo tras la huida de los pájaros.

Tu sonrisa nerviosa presagia un duelo de miradas

en esta atmósfera tenue de luces que se apagan.

El  felino acecha tras las triangulaciones  verdes de la selva.

La madre protege el miedo de su hijo en el abrazo.

La madre tierra observa los elementos en esa danza sin sentido.

I.G.

 

 

 

*Títulos propuestos para la imagen:

bullet“Llueven triángulos”
bullet“Verde”
bullet“Cristales rotos”
bullet“Lucien, el hada del bosque”
bullet“Ensoñación”

 

 

Llueven triángulos

Siempre llueven triángulos sobre el árbol del origen
al que regresan los pájaros que fecundaron al tigre.
Se engaña el ojo en la cerradura y su risa falsa,
la puerta está abierta y sólo tienes que atravesarla,
del otro lado un niño pare a su madre.
Y ese miedo a volar desnudos
sobre nuestras certezas puntiagudas.
Llueven triángulos en alas de pájaros,
me ahogan ciegas maternidades.
R.S.

 

Verde

Una metáfora de la Naturaleza, a la que se llama, en muchas culturas, Madre Naturaleza.
Sus dos miradas: la apacible de quien duerme y la depredadora cuando se le interrumpe en su sueño, como tan a menudo hacemos los humanos.
La espesura del bosque, el retazo de cielo que nos recuerda nuestro exiguo lugar en el espacio. Y esa risa que tanto puede ser del humano desbocado que juega a ser Dios antes de haber aprendido a ser humano como de la misma Naturaleza, asombrada ante nuestra estupidez o infantil negligencia.
F.A.V.S

 

 

 

*Títulos propuestos para la imagen:

bullet“Vuela Triste”
bullet“Mitos”
bullet“Búsqueda"
bullet"Adversidad"

 

 

Vuela Triste

Pegaso blanco sobre la hierba,
te arrancaron los ojos
y yaces frío mármol, rota estatua
de héroes que ya nadie recuerda.
Un cielo negro es tu sueño
y un baile de caracolas y pétalos
ajeno a la desdicha de tus alas de tierra,
triste caballo de piedra,
ella ni siquiera te sueña,
envuelta en su farsa de lentejuelas.
R.S.

 

Mitos

Los mitos, con todo el bagaje que conllevan: transmisores tanto de cultura y sabiduría milenaria, como de prejuicios, miedos y falacias.
El rostro ya ciego en uno de sus ojos, se presta a colocar la segunda lentilla, el mito de la historia, hasta hace poco sólo contada por los vencedores y aún apenas reescrita.
Una vez que ese mito enturbie su segundo ojo, llegará a ser el ciudadano perfecto: ciego y acrítico.
Como última esperanza, ese pequeño espíritu libre que baila cercano al pobre ser casi vencido, portando sobre su cabeza la caracola marina que recordará, con su eco perenne y su perfecta geometría, que hay otras realidades que observar.
F.A.V.S

 

Búsqueda

Busco liberarme de la inercia en la que me encuentro.
Envidio los movimientos del caballo alado que recorre los prados de Iranne.
Necesito la danza de la bailarina roja que envuelve y mece el aire.
No me mires, no soy culpable de esta muerte, que por ser muerte es eterna ¿Soy yo la eterna? ¿O es la muerte la que me sobrevive?
No me juzgues porque no soy libre, no lo elijo yo.
Me siento observada siempre por ti, sin embargo yo no te miro, no te juzgo, no te critico.
Callas y yo también callo, nuestros labios cerrados enmudecen ante la banalidad del mundo.
V.F.
 

Adversidad

Si el caballo es veloz, para que las alas.

Si la ira es contraria a la templanza,

para que juntarlas en el perfil de la mirada.

Si la caracola es rumor de mar

para que convertirla en una ola

                                                    que se ahoga

en diabólica danza.

Si la adversidad es la luz de la razón,

                                                             para que enfrentarlas.

I.G.

 

 

 

*Títulos propuestos para la imagen:

bullet“Fragmentos de interior”
(Texto incluido en el collage)

 

 

Fragmentos de interior

Primeras palabras creadoras de imágenes
modestas y anónimas palabras
hechas de 27 humildes trazos de aire sobre piedra,
murmullo de agua en la caverna,
volátil materia.
En vosotras los niños ríen a carcajadas
y los locos se arrebatan.
Sólo los muñecos no sueñan palabras
hundidos en su oscuro código de barras.
R.S.

 

Fragmentos de interior

La ciencia ha dado a nuestra especie tantas y tan ricas respuestas en el último medio siglo en el que tuvimos el privilegio de nacer, que todos los demás campos, salvo tal vez el del arte, se han quedado distanciados de ella.
Einstein como encarnación arquetípica de esa ciencia que aprendió, por primera vez, a dudar incluso de las propias dudas.
Nos ha enseñado, incluso matemáticamente, que no somos buenos o malos, sino que estamos sanos o enfermos tan solo; que la solidaridad y la cooperación es el estado natural de nuestra especie, nuestra fuerza para sobrevivir; que nuestros actos son, en última instancia, más que condicionamientos de nuestra existencia; que la diferencia y variedad enriquece a la vida en cualquiera de sus expresiones; y tantas cosas más…
El descubrimiento de América por parte de los europeos tardó casi un siglo en ser conocido por aproximadamente por la mitad de la población viva de por entonces.
¿Cuánto tardaremos en aprender estos y otros grandes descubrimientos de nuestra especie?
F.A.V.S

 

Fragmentos de interior

 

Me gusta caminar por Preciados cuando es tiempo de rebajas,

mezclarme en esa maraña de rostros que se empujan

en busca de una saya, de un algo que concilie necesidad y autoestima.

No sé si esta es la energía que mueve el mundo en su fórmula matemática

No sé si Einstein tendría valor de replantear los fundamentos de su teoría cuántica.

La energía ni se crea ni se destruye se transforma.

Muñecos rotos yacen en el fondo de esta verdad.

I.G.

 

 

 

*Títulos propuestos para la imagen:

bullet“Nadadentro”
bullet“La infancia del cristianismo”
bullet"Akelarre"
bullet“La puerta del Averno”
bullet“Aquelarre”
bullet“Cristificada”
bullet“Manos con guantes”

 

 

Nadadentro

Humanometría: laberintos que apresan,
simetrías de lo calcinado y desierto,
sed adentro y silencio.
Sabiduría primera
sin razonamiento.
El cuerpo arde en los cielos,
retablo de muertos,
efímero destello.
Beso la noche
ignorante de encierro.
La carcajada que te resquebraja
es mi carcajada de ciego.
R.S.

 

La infancia del cristianismo

El cristianismo se extendió rápidamente por el Imperio romano gracias básicamente a su aceptación por dos colectivos: los esclavos y las mujeres. Estas demostraron, como tantas otras veces a lo largo de la historia, la suficiente sensibilidad para captar la grandeza de ese mensaje extraño que invitaba al perdón como medio de solucionar los conflictos interpersonales. Cuando la nueva idea caló entre las matronas patricias de Roma, comenzó a extenderse lentamente entre los círculos del poder. Luego vino la primera etapa terrorista del cristianismo, en la que se les calificaba, muchas veces justificadamente, de incendiarios, pues entre sus filas germinaban los extremistas partidarios de quemar (ante la carencia de explosivos), los templos de las demás religiones. Fue una de las primeras manifestaciones de integrismo religioso en torno al Mediterráneo, que se contraponía con la libertad religiosa de los años de Roma.
El siguiente paso, ya ocupado el espacio de poder dejado por el Imperio romano, dio lugar a una de las grandes e ignoradas injusticias de la historia: la persecución encarnizada de la mujer, lo femenino, identificado con lo diabólico no sólo por la insana actitud hacia el sexo de los jerarcas de la Iglesia, sino por su identificación con decenas de religiones naturalistas que se resistían a ser absorbidas o destruidas por la ya no tan nueva religión.
Así, la mujer pasó a padecer la doble injusticia de ser perseguida y marginada, y serlo además por la institución a cuyo crecimiento tanto había contribuido.
Tendió sus manos abiertas, las decoró con la belleza de su pensamiento y acabaron siendo hueco de grilletes.
F.A.V.S

 

Akelarre

Uno mis manos al hueco de la espalda

en este caminar lento

como el reo que va a ser ajusticiado.

Destino truncado en la  loca geometría de las manos

rellena los huecos de la memoria,

que se sabía futuro, que ahora se sabe pasado.

 

Bebería ahora mismo el extracto de la mandrágora

como si volviera a la cueva y entregarme al akelarre.

Danzaría desnudo haciendo cabriolas sobre el fuego

y ebrio calentaría mi sexo en el contorno suave de tu boca.

Danzaría atrapado en ti hasta el alba añil,

conjuro de luces y sombras.

El búho silenciará la noche con sus grandes pupilas

y el sol extenderá su luz por los collados de la sierra.

Resonaría el eco de mi dicha  por el valle,

sabiendo que no hay mas altar ni mas dios

que la luz que tú me dejas dentro.

I.G.

 

 

 

*Títulos propuestos para la imagen:

bullet“Fábrica”
bullet“Ego”
bullet"Burka"
bullet“Caracoles”
bullet“Ojos”

 

 

Fábrica

Caracoles ciegos lloran silencios,
el tiempo unos ojos tapiados de miedo.
Sufrimos la pena de platos llenos,
insaciables perros.
Absurdo juego,
nos lo merecemos.
Las palabras nunca rumbo a puerto.
R.S.

 

Ego

El eterno dilema, especialmente para los occidentales: el ego.
Aún admitiendo lo ineludible del compromiso gregario, es inevitable sospechar que el día del fin del mundo será el de la propia muerte.
La diferenciación del individuo con respecto a sus semejantes: el caracol diferente, como ejemplo de obra maestra de la naturaleza: perfecto en su geometría, independiente en cuanto que transporta su minihábitat, independiente del sexo por ser hermafrodita, casi independiente del alimento ya que puede sobrevivir semanas sin tomarlo.
Los ojos cerrados, a veces al grupo y a veces a uno mismo, sólo abiertos y diáfanos a través de esas dos marcos o balados, el del interior y el del resto de eso que llamamos realidad, reflejado en un atardecer conciliador.
F.A.V.S

 

Burka

Ojos que se esconden,

miradas que se apresan,

ojos  que se vacían

como los vasos en la madrugada.

 

Miradas de trapo

De muñecas que nunca soñaron

de la luz que se atrapa

con la magia de los abrazos.

 

Mujeres que no abren los ojos.

Mujeres que dibujan la luz

con la extensión de sus manos

en  un braille secreto conjuran razones

Como la luz que se desprende del rayo.

 

Ojos sin burka

Burka con ojos

Ojos que buscan.

I.G.

 

 

 

*Títulos propuestos para la imagen:

bullet“Estoy con”
bullet“El sendero”
bullet“Corpore sano”
bullet

 "San Sebastián"

bullet“El martirio de San Sebastián”
bullet“¿El hombre?
bullet“Los ojos del mono”

 

Estoy con

Estoy con la serpiente que repta hacia el agua,
con la pregunta que carece de respuesta,
estoy con la puerta que se abre
y la luz que se asoma a esa puerta,
estoy con el vuelo de un edifico que vuela
estoy con el tronco agrietado de horas,
estoy con la mirada humana de la bestia
y la bestia mirada humana,
estoy con la vida cuando calla
porque es cuando más se manifiesta,
estoy con la certeza del que no sabe nada.
R.S.

 

El sendero

Ni siquiera es un camino, como mucho un modesto sendero, el de la evolución de nuestra especie. Aún homínidos agresivos, más similares a los chimpancés de lo que pudiéramos imaginar. El simio se exhibe nítido, en color, mientras el humano es todavía una sombra en blanco y negro. A sus pies, sus obras: el árbol seco, la naturaleza castigada y rascacielos que no son más que hombrideros.
La estructura potencial, reflejada en los cuadrados de la izquierda, de un potencial hermoso si llega a ser desarrollado.
La puerta incierta, la del futuro, por la que nos es negado elegir atravesarla o no.
Las dos serpientes, símbolos de sabiduría en muchas más culturas que en las que representa el mal. La gran serpiente que es la naturaleza, y la pequeña, nosotros a su lado, intentando aprender.
Al fondo, nítido, el eterno interrogante.
F.A.V.S

 

Corpore sano

Horas y horas pasaba en el gimnasio levantando pesas, haciendo pilates, cinta, spinin, aerobic. Tomaba todos los anabolizantes del mercado. Presumía de su cuerpo musculoso sin un gramo de grasa, de sus abdominales en forma de chocolatinas.
Horas y horas se miraba el cuerpo en el gran espejo del salón de máquinas sus bíceps, tríceps y cuadriceps.
Su cuerpo…, adoraba su cuerpo.
Se reía de los que leían, escribían, pensaban, razonaban.
¡Ja! ¿Para qué quiero cultivar mi mente? Lo importante es el cuerpo. Nadie le convencería de lo contrario. Estaba totalmente de acuerdo con el dicho “Cuerpo sano, mente sana.
Hasta que un día al mirarse en el espejo pequeño de su cuarto de baño se horrorizó al ver que su rostro se había transformado.
¡No! Esto es un sueño, no pudo decir kafkiano porque jamás oyó decir esa palabra tan intelectual. Su cabeza era la de un primate.
Él era un mono con un bellísimo cuerpo sano
V.F.

 

San Sebastián

 

La espalda en el tronco del árbol.

El torso desnudo esperando los dardos.

 

Rayos de luz celestial

Dados de ira amarga

 

Dualidad del pecado

Dualidad del alma

 

Azul y rosa

Rosa y azul

 

Blanco.

Tiene que ser blanco.

 

No supo de la tibieza de los labios.

No supo de la luz del orgasmo.

 

Dardos de ira amarga

Rayos de luz celestial.

I.G.

 

 

 

*Títulos propuestos para la imagen:

bullet“Fe”
bullet"Vértigo"
bullet“Vértigo”
bullet“Unicidad”
bullet“El ojo”

 

 

Fe

Entre pájaros negros disecados
vuela un ave amarilla,
único girasol
en mitad de una tierra calcinada.
Ella vuela
eternamente vuela
sobre miedos de piedra.
No temas.
R.S.

 

Vértigo

Una vez más el conflicto entre individuo y grupo, el dilema de la unicidad.
El pájaro, el girasol, cualquiera que se arriesgue a diferenciarse del grupo, por no importa qué diferencia, será castigado por la comunidad directa o indirectamente. En unas especies esta diferenciación es imprescindible, en otras una estupidez o un suicidio.
Nosotros, los humanos, como en tantos otros aspectos, mezclamos ingredientes. Y como siempre también, seguimos buscando el equilibrio entre ellos.
F.A.V.S

 

Vértigo

Me veo inmerso en un mar de girasoles,

Mis ojos daltónicos me confunden.

Todo es azul.

 Azul como el alma de los hombres,

          como el mar que ahoga el hambre

                                                                 de los que buscan pan.

Salto al vacío.

No me resigno a la uniformidad de los colores.

No me resigno a la frialdad de la vida.

 

Me zambullo en el color.

Rojo, naranja, amarillo, verde, añil, violeta...

Todos son producto de la descomposición de la luz.

I.G.

 

Unicidad

En aquella sala blanca, entre sábanas inmaculadas me di cuenta de mi propia muerte, observé como mi espíritu se separaba del cuerpo, todos lloraban a mi alrededor y yo los sentía. Fu en ese momento cuando descendí las escaleras y me eché a volar.
Llegué a un campo de girasoles y todas las flores miraban al suelo y yo la única que desafié al sol. Después volé hasta el viejo poste de la luz, estaba lleno de pájaros, me negué a posarme en los enmohecidos alambres y alcé el vuelo. Llegué a la señorial montaña y silenciosamente escapé, nada me retuvo allí.
Al final, yo que nunca me atreví, hice lo que jamás en vida pude hacer, me tiré del trampolín a una altura tal que vencí por primera vez el vértigo.
Ahora sabía que yo era única.
V.F.

 

 

 

*Títulos propuestos para la imagen:

bullet“Energy”
bullet“De mente”
bullet"Lapidación"
bullet“Ser”
bullet“Creador y destructor”

 

Energy

La tormentada desatada
en el corazón de una piedra.
Todo en tus manos
aunque no te lo creas.
R.S.

 

De mente

Ya sabemos que somos sólo un micro chip en una enorme computadora, que sería el universo en nuestra dimensión. A pesar de ello seguimos gestionando, en un auténtico monumento al absurdo, si estamos solos o no. Lógico, si vemos que, tras enormes sumas de dinero en un proyecto científico y en años de investigación, una humilde salamandra nos enseña cómo trepar por las paredes, hacer mejor cierre hermético o el más efectivo y ecológico de los pegamentos.
Y todo lo crean esas pequeñas células, todo nos lo enseñan esas pequeñas piedras si sabemos mirarlas.
F.A.V.S

 

Lapidación

El iris atrapa la luz.

La neurona la expande,

Universo del conocimiento,

Esencia de la razón pura.

 

Un ojo solo suspendido en la nada

Niega la magia del Universo.

                         

Canto de río como único argumento de razón,

 Fe que desvanece la luz de la palabra…

I.G.