QUINTO ENCUENTRO GASTRONÓMICO LITERARIO EN ACCIÓN
2011 - BUBIÓN
(Las Alpujarras, Granada)
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JORNADA DE REFLEXIÓN
* Reflexionaron tanto sobre las elecciones, que al final decidieron no caer en la trampa de creer que elecciones cada cuatro años significa que los ciudadanos eligen algo.
* Tras mucho reflexionar durante la jornada de reflexión, decidieron que tanto la reflexión como las elecciones fueran desde entonces un ejercicio real, libre y cotidiano.
Nekovidal 2011 – nekovidal@arteslibres.net
Tras mucho reflexionar durante la jornada de reflexión, decidieron que tanto la reflexión como las elecciones y la democracia fueran, desde entonces, algo real, libre y cotidiano. (Nekovidal)
JORNADA DE
REFLEXIÓN
Si se tratara de nuestros músculos, flexionar supondría ponerlos en movimiento, reflexionar sería entonces incidir en esa flexión. Con nuestros
pensamientos puede ocurrir algo parecido, la reflexión sería el pensamiento de lo pensado que nos llevaría a hacer conscientes los vericuetos de ese pensamiento. Cómo ha llegado a nosotros, si es acción o reacción, si ya viene aprendido o determinado, si tal vez, acaso lo podamos hacer indeterminado.
A menudo nuestras respuestas a la vida, a nuestra cotidianeidad están movidas por resortes aprendidos que a veces son válidos para nosotros pero que en otras ocasiones quizá no lo sean y por el contrario nos conduzcan a estados de inquietud o frustración porque en el fondo no son más que automatismos. Por eso ejercitar nuestra capacidad de reflexión pueda llevarnos al descubrimiento de veredas o caminos en nuestro pensamiento
aún desconocidas por inexplorados.
Begoña Ramírez
JORNADA DE REFLEXIÓN
Ha llegado la jornada de reflexión, digo de inflexión; algunos querrán que reflexionemos acerca de las lentejas (las tomas o las dejas), pero ese engrudo al que llaman democracia, lleno de piedras más que legumbres, de las distintas guerras y posguerras, parece ya indigerible.
Toda reflexión viene de una idea o imagen reflejada pero la mayoría de las ideas o esquemas que aseguramos nuestros e inalienables, no son sino apaños de control inculcados y aprendidos, a veces a sangre, y siempre bajo el talión del miedo.
Esta puede ser y será una jornada de inflexión; y tal vez el encuentro rebelde y revelador con una realidad no reflejada, sino comprendida e intuida en el centro de nuestros corazones.
Franjamares, Encuentro de escritura en acción, Bubión, mayo de 2011
JORNADA DE REFLEXIÓN
Después de varias peripecias y contratiempos hemos aterrizado en Bubión, donde ha quedado pulverizado el ruido reinante en derredor, que traíamos adherido a la piel de los múltiples eventos mitineros de las elecciones.
Aquí, desde el rincón de la rústica estancia en la que nos hallamos, se vislumbra un paisaje descaradamente verde, primaveral, lleno de vida, y ajeno a los cantos de sirena de las promesas electorales.
Aquí el vino sabe a vino, y el pan a pan. La naturaleza emerge con todo su esplendor regando las mentes más recónditas y obtusas, sembrando el sentido común y la ecuanimidad, un bocado de cielo exquisito al paladar, en mitad del caos que en el fondo respira el ser humano.
José Guerrero Ruiz
JORNADA DE REFLEXIÓN
Reflexiona la persona sosegada y entra en los círculos de la meditación.
Reflexiona la persona nerviosa y llega, en ocasiones, al sosiego.
Reflexiona la persona iracunda y llega, en el mejor de los casos, a estar tan sólo nerviosa.
La reflexión es sólo una, pero el resultado siempre es la distancia entre la ira y el sosiego, ese punto donde todos creemos estar.
Nekovidal 2011 – nekovidal@arteslibres.net
LAS BUENAS INTENCIONES
Se encontraba esa mañana infiltrando las buenas intenciones por entre el ramaje de los sensuales y provocadores cerezos que allí había, a ver si se impregnaban una pizca de su hermosura, y de paso se enriquecían con su fulgor, sobre todo en los momentos más turbios de la existencia, cuando la nieve, que se columbra allá arriba, en el Mulhacén y el Veleta, cae en las cumbres de la vida, enfriando las mejores deliberaciones y proyectos.
José Guerrero Ruiz
LAS BUENAS INTENCIONES
Las buenas intenciones siempre son intenciones, pero queda por demostrar que sean buenas . . . y muy a menudo todos los jueces tienen sus intereses e intenciones.
Nekovidal 2011 – nekovidal@arteslibres.net
LAS BUENAS INTENCIONES
El gran error no está en las buenas intenciones, que siempre serán, en principio buenas, al margen del resultado a que den lugar.
El catastrófico error es ponerlas al lado de la confesión, ese ejercicio de hipocresía y de autoengaño moral que lo resuelve y justifica todo, mientras se dé cuentas al poder del error cometido.
Siendo así, ¿por qué no repetir impunemente un error . . .?
Nekovidal 2011 – nekovidal@arteslibres.net
LAS BUENAS INTENCIONES
Alfredo era considerado entre sus vecinos como un buen hombre. De sus actos siempre era fácil deducir que eran fruto de sus buenas intenciones. Lo que ocurre es que a veces nuestros actos no caminan en la dirección que nosotros deseamos y el fruto de sus buenas intenciones le había conducido a más de un mal entendido. Un mañana dispuesto como siempre a ayudar a sus vecinos cualesquiera que fuese el problema tropezó de manera fortuita al entrar en el bar del pueblo. Esta caída que lógicamente no esperaba trastocó su ánimo y lo mantuvo taciturno durante el resto de la mañana y los días posteriores. Por alguna razón él que siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás calibró aquella caída como una afrenta del destino y en lugar de trascender el incidente lo tornó en algo personal. Alfredo que siempre se sintió capaz de ayudar a los demás descubrió que era incapaz de ayudarse a sí mismo.
Begoña Ramírez